El amor te ciega,
Una vez estas bajo su hechizo te hace hacer cosas, decirlas, sentirlas,
Como si no hubiese un mañana.
El camino al infierno, siempre ha estado pavimentado de buenas intención, eso lo sé con creces,
y sé que jamás quisiste dañarme, qué tú corazón lucha ahora por un mejor mañana y mantener una sonrisa en tú cara,
Eso esta bien, sé que todo este silencio no es fácil y que a veces mantenerse ocupado: No es suficiente.
Al final ¿quien ha de darte ese grado de confianza y amistad que entre.nosotros habia?
De principio: Nadie, luego, quizás consigamos como reemplazarlo, a esa persona,
Ese ser qué sabia todos tus problemas,
Tus miedos, tus ideales y tus valores, tus dolores.
Y que aunque pensó conocerte, hoy se pregunta: ¿Que haces?
Sigo sin dormir bien,
Sin comer,
Sigo sin dejar de hacerme preguntas,
pero, poco a poco recuperó mi cordura,
Supongo que cada día me recuperó más a mi mismo,
Y es que mi error más grande es haber cambiado por amarte, cuando me amabas tal y como era,
No a esa versión extraña de mi,
Sino a aquel te hacia reír bajo las luces rojas del hotel, con el que manejabas horas hacia ningún lugar, a el de los ojos llorosos al verte bailar
que te enseñaba música hasta aburrirte,
aquel que le tenia miedo al anochecer, ese mismo que hoy recuerdas y te da rabia,
La rabia que se transforma en truenos, rayos y centellas,
Se muy bien la tormenta qué se avecina, y que esto tan solo han sido chubascos,
Pero no tengo miedo, conozco tu lluvia y espero empaparme en ella,
De alguna forma tu inundación me ayudara a no extrañarte,
a dejar preguntarme como sigues de salud,
si aun te duele esa vieja cicatriz, si acaso duermes bien o te sigue costando conciliar el sueño,
Todas esas tonterías qué grita el corazón que quiere saber y que el cerebro obviamente no necesita,
Porque donde hay nuevos santos, los viejos no hacen ya milagros...
Porque para ti, aparte de estas páginas: Este ser murió.
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