lunes, 27 de julio de 2015

Boccanada.


Bump it by Johanna F. Herrstedt

Toma aire, toma una bocanada.
Vas a tomar aire y dejaras que los pulmones empiecen a pudrirse con el dióxido de carbono que se producirá dentro de ti,
púdrete,
deja que la vida se te vaya en una ultima bocada de aire y consumete como un cigarro de mala calidad,
como si los cigarros o venenos tuvieran una calidad en realidad, cuando todos, todos de verdad: Están hechos para matar.
La vida se nos va, se marca cada segundo y no podemos hacer nada para detenerle
aquí mientras escribo esto, cada segundo que paso es un esfuerzo de una bomba que fluye sangre a través de torrentes, de una masa con electrodos naturales que se empedernece en no dejar de pensar,
no dejar de doler,
no dejar de causarme problemas,
maldito cerebro, maldito corazón, malditos pulmones,
maldigo todo lo que tengo, porque es lo único que de verdad es mio,
si es que de algo sirve tener algo en esta vida,
si es que de algo sirve vivirla
así sin ganas de nada a esta hora, cuando tienes 26 años y quieres mandar todisimo a la mierda pero aun no lo haces porque no sabes como mandarte a ti mismo al maldito infierno,
tengo rabia: Es eso,
tengo tanta rabia que no puedo ni sé, ni quiero liberar,
porque a veces con miedo pienso que es lo único que me impulsa,
un dolor increíble en la espalda,
cada día menos ganas de tirar,
de caminar,
de respirar,
de vivir,
si es que vivir no es una penuria que de manera celestial se nos impone para pagar penitencia de algún modo,
un juego vil entre el cielo y el infierno para ver donde se queda nuestra alma y como se vuelve nada nuestro cuerpo,
con sinceridad no lo sabemos, no sabemos nada, estamos ciegos en la búsqueda de algo mas,
allá en lo infinitamente adverso de lo negro del universo buscando otras vidas porque en realidad lo que tenemos en claro, aunque muy en silencio, es que nos sentimos solos,
yo me siento solo,
siempre me he sentido así, sin importar quien este a mi lado,
siento que no pertenezco aqui, que el aire que entra en mis pulmones es demasiado denso,
que solo me he adaptado a vivir en este medio, en este plano, en este infierno,
en este lugar donde el umbral del dolor cada día crece mas y mas,
y estoy harto,
quiero explotar pero no sin antes, respirar,
tomo otra bocanada de aire,
dejo que todo se pudra adentro, me voy matando con esmero.

I Have Sinned...


Photo by Thenewyorkstalker.tumblr.com 

Perdóname Padre, porque he pecado...
Perdóname porque he sido lujurioso y me he visto clavado en sus almas mil veces,
porque dentro de mi yace el deseo de vivir en cada una de ellas, almas sin razón para darles forma y moldearles el pensamiento,
perdóname porque no soy nadie para desear esto, pero dentro de mi yace la llama que jamas se apaga, el verso que jamas termina, la herida que siempre sangra,
soy yo quien les busca,
soy yo quien dentro palpita y muere por ser probado,
perdónales por no aceptarme,
perdónales por no saber que soy,
perdóname por no decirles la clase de mierda que soy,
la clase de deseo que siento por sus carnes en silencio y también perdóname por ser sincero solo con los que menos me escuchan,
perdóname y renuevame,
cámbiame y hazme diferente para así poder renacer sin haber sido engullido en la oscuridad de la muerte,
desgarrame de adentro hacia afuera y rompeme en miles de malditos pedazos para que tan solo quien me ame pueda juntarlos en un ser nuevo,
ven,
desmenuzame,
ven,
hazme entero, otra vez,
ven...
Déjame presa del deseo.

Elegía por Alfonso Chase.

Cuando dos que se han amado se separan
-para siempre-
algo se quiebra en el orden interno
de la noche.
Una mano llama al guante ya perdido
y un hálito
se posa tibiamente en la heredad
del árbol.
Cuando dos se dicen adiós ante el espejo
-sin tocarse-
apoyando los dedos en las sombras
la forma detiene el tiempo,
y en el agua
la luz adquiere imagen de ventana.
Puede ser que esa luz
en forma deslumbrante se haga ancha
como el mundo
y un pájaro multicolor caiga desplomado,
herido por la sed
que media en el instante
de esos dos que alguna vez se amaron para siempre.
Cuando dos que se aman todavía
-se separan-
algo los cubre suavemente
y un lenguaje tácito se nace
en el sitio en que esos dos dejaron
la recíproca tortura de olvidarse.
Algo envejece para siempre sobre el aire.
Posiblemente se suicide un ángel de tristeza
al mirar cuando esos dos desaparecen
-separados por pasos y por besos-
inventando historias y cantando,
mojados y oscuros de una lluvia
que refleja el rumor de sus palabras.
Cuando dos que se amaron se separan,
el verano sube sobre las alas de la noche
y una hoja, sobre el azul del cielo,
abre los ojos y oculta su estupor
con un conjuro.
Cuando dos que se aman se separan
-sin rencores o espadas-
un fantasma encantado cobra vida
y se inclina a recoger
a esos dos labios,
desnudos para siempre de lenguajes.

Alfonso Chase, Entre el ojo y la noche, 1991