miércoles, 1 de mayo de 2019

Into the Void.



Luego de haber llegado a casa, 
me ardía demasiado la piel y después de fingir mucha fuerza de voluntad y cero dolor, me quebre. Llore, llore unas dos horas y me dormí, luego desperté y llore más tiempo hasta que quede vacío; allí en ese vacío flote un rato, en ese momento con los ojos cerrados me di cuenta que tenias pedazos de mi pegados con cinta adhesiva, son besos qué dejaron partes de mi ser que jamás vas a poder despegar de ti,
Sino te hubieses quedado callada estaría tranquilo, pero resulta que temble como no lo hacía hace muchisimo tiempo...
Aunque fuese de dolor y no ya de emoción al escuchar tú voz. 

Ciertas estupideces ocurren sin permiso,
Otras no.
¿Entiendes cierto?

Entonces...
¿Que haces leyendo algo que odias leer?
¿Estas buscando una excusa fatal para ese error que cometiste?
¿Por qué me revisas cada noche en lugar de acariciarme la espalda con tus labios color rosa?
¿Por qué no somos un equipo en lugar de una competencia de insultos sordos en el techo de algún edificio?

No lo sé y creo que a partir de haber escuchado tú voz y haber escuchado tú tono cansado de mi por última vez, creo que ya no lo quiero saber...
Voy a dejar algo claro,
Para ti, que duermes mucho después de que yo cierro los ojos mientras tienes las mismas conversaciones que tenias conmigo años atrás con otra persona que terminara igual de jodido qué yo,
Te dejare algo claro a ti, que te levantas mucho después de que yo ya he visto mi fealdad unas cien veces en el espejo qué tengo frente a mi cama,
Ese en donde tu misma sobre mi cuerpo te viste y descubriste qué la única que pensaba que tú eras fea eras tú misma,
Tú, que te enamoraste de mi y que ahora quieres meter mi corazón en esa gigantezca maleta qué escondemos en el trastero para luego botarle en ese lugar donde sólo los buitres se alimentan, 
Tú, que piensas que ya no sirvo para nada,
porque una vez usado las cosas como yo se botan o se guardan, 
Tú, si, tú, que me regañas por no avisarte lo mal que estoy cuando me aterra llamarte o escribirte y volver a ser rechazado como lo hiciste tantas veces semanas antes por estar con un recién llegado, 
a mi que estuve ahí, todo el tiempo, incluso cuando no debí estarlo,
A mi, me enseñaste bien durante los últimos días qué ya no me puedo morir más por ti,
pendiente entonces,
porque es hora que consigas nuevas formas de entretenerte: Más allá de la diversión qué encontraste en romper cada promesa que me hiciste y reírte junto a otras personas de mi desde hace ya unas semanas para acá,
Detente un momento y piensa tú, si, tú sin las ideas de tu psicóloga o alguien más alienandote la cabeza:
¿Valió la pena?
En esos ultimos minutos de conversación, tratarme como me trataste y tener esa postura que sé no es natural en ti...
No lo sé. Y ya tampoco quiero saber, como te lo dije,
no tengo ya ganas de luchar por ti,
porque tú ya no quieres luchas por mi,
y me has lanzado al vacío,
ese qué logra hacer lo imposible en mi y que me ha ayudado a dejarte ir, porque jamás fuiste mía,
y jamás serás de nadie,
Aunque pensándolo bien, quizás, siempre has pertenecido a este lugar donde hoy resido,
Este lugar lleno de soledad y frío : El vacío en donde creía junto a ti, podía ser feliz. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario