No sé por qué venero la pornografía
esta mansa costumbre del salvajismo ajeno
cuando contemplo el placer en los otros.
Ha de se mi parte fugitiva que se complace
espiando al que no soy
fornicando sin mí
veo reflejos
perversiones caseras
feliz de estar aquí con nadie, solo, solitario pero con una sonrisa que aunque sea es mía.
Entre estas cenizas y tus labios me encuentro guindando,
Entre la premisa de un futuro a 13 horas de distancia y un pasado a 30 minutos en camioneta,
No tengo las bolas aun para decidir cual camino tomo, si algún camino mas sera un desvió o un atajo,
Estoy viviendo por vivir,
Respirando porque no se detener los pulmones, sonriendo porque me ha tocado,
Contando las noches que paso solo,
Contando las horas que paso en vela,
Contando las tragedias que escribo,
Recordando las alegrías que tuve en el pasado desde niño hasta ahora, para así no morirme de tristeza,
Cada día mas callado afuera, cada noche mas escandaloso por dentro,
Creo que vale la pena salvarme a veces, pero, de resto me hallo como un caso sumamente perdido,
Escribiendo para leerme a mi mismo y reírme un rato,
Escribiéndome para realmente creer que alguien me manda correspondencia,
Y al final no estoy tan solo.
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