martes, 18 de noviembre de 2014

Naked Lunch.


Dystopia by Milan Nenezic.

La mirada se me había ido,
todo era un poco mas difuso que ayer,
estaba bajo efectos extraños, esos efectos que causa ponerse así tan deseoso de alguien o algo,
algo prohibido que siempre fue tan delicioso.
Estaba cansado y solo quería descansar en sus aposentos,
recostarme en su cadera y mirarla a través de sus lentes
a través de esos ojos marrones,
quería probar esa tez blanca, saciar mis hambre de ella, hacerlo una y otra vez.
En mis ojos guardo la marca de los viajes que he emprendido
los terminales son territorios del corazón desatado
jardín donde el rocío corre entre dos manos agarradas, el sudor recorriendo la dermis,
que los amantes engendren melodías desvestidas de carne
que el calor evapore a los huesos
También al ron y las cervezas
y al martirio de sabernos olvidados por la negligencia
porque he llegado tarde y ya hay alguien mas como siempre y esta vez, no quiero estorbar.
Por la biografía eterna de la semana
los días cotidianos y últimos rostros de las horas…
Alimento curtido como los suelos
Secas formas inmóviles
torres alzadas de la tierra
frotados hasta la pérdida de la conciencia -¡Elévame!

en un nido
de alforjas
incendiadas por un beso, de nuevo, regalame otra velada de pasión y supraprohibida ambigüedad,
déjame entrar, no te alejes,
déjame cenar.

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