martes, 25 de noviembre de 2014

Nobody Claps Anymore.


The Clap by Photoflake

Tengo esta condición de desear aquello que no puede o mejor dicho, no debe ser deseado...
Una fijación por lo inalcanzable,
como la manía de los perros al perseguir los autos, algo que al fin y al cabo, al conseguir
uno simplemente no sabe que es lo que se va a hacer luego.

Sigo persiguiendo sueños, ya no cazo fantasmas aunque a veces ellos me cacen a mi
y estoy teniendo una relación abierta con mi cama, lo mejor de mi maldito cuarto,
la cama.
A veces paso horas allí, no sé ni siquiera por que le invierto tanto tiempo,
allí bajo la sabana, viendo el rayito de luz que deja entra la cortina
supongo,
como un maldito recordatorio que existe otra realidad,
de una u otra manera es donde he decidido finalmente que soy bueno,
aunque no consigo dormir, llegando finalmente a comprender que la verdadera razón del insomnio es
la soledad,
estoy devastado, esta verdad ensordeció todo,
estoy mas solo que de costumbre o por lo menos así me siento,
el proceso auto-destructivo se termino, finalmente,
llevándome a no confiar en alguien que no se haya auto-destruido de alguna manera o por lo menos que se haya odiado la si mismo lo suficiente en algún momento,
he comprendido que tienes que a veces golpearte a ti mismo para conocer como reaccionas ante las cosas y conocerte mas a fondo,
como una auto-exploración a través del dolor,
con las luces apagadas, mientras solamente hay silencio y cuando termina el show,
ese que le mostramos a todo mundo mientras fingimos ser normales,
ese momento en que ya nadie aplaude mas y dejamos de ser estrellas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario