miércoles, 3 de septiembre de 2014

Maybeshewill.

Luego de un día de rutina
todo pasa
te sientes devastado por la realidad y la cabeza te da tumbos,
si, da tumbos de un lado a otro a pesar de parecer estática
te duele cada musculo
te duele todo
y sin embargo tienes suerte de que todavía duela,
porque algunos simplemente ya no sentimos
elegimos ese camino de no tener nada, no sentir nada,
emular que somos de piedra por encima de la carne.

Cada noche grito en mi silencio
las inyecciones invisibles de buenos recuerdos que me auto-implanto suelen causar efectos
unas veces buenos
otras, simplemente no tanto,
me estoy hundiendo de nuevo en las nubes de papel y fieltro
que cortan y acarician
que te despiertan con dolor pero te hacen soñar con ternura,
la música sigue estridente
sin letras
solo sonidos que llenan el vació que quedo
ese estruendo maldito que es el gran sonido del silencio,
ese nombre que se le puso a lo innombrable,
ese adjetivo que se le dio a los adioses que terminan con un abrazo a 25 horas de viaje
esos momentos hermosos que te devuelven la vida de a poco, sin ser suficiente
toda esa paja crónica que significa soñar y seguir viviendo,
viviendo por vivir,
sin algún rumbo, solo trabajar y mejorar
sin algún porque
sin ningún porque...
Aunque tal vez, solo tal vez, ella puede devolverle la luz a esta oscuridad infinita,
tal vez, solo tal vez:
Ella pueda.

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