viernes, 12 de septiembre de 2014

Process Of A New Decline.

Suelo enamorarme de cualquier persona que no me haga sentir raro
sobre todo si es una persona hermosa pero, últimamente, he notado que la falta de interés
conlleva a no comenzar nada
solo terminarlo o sobrellevarlo, cosa que siento aun peor.

Me vi sentado allí una vez mas con este proceso clavado en mi mente,
una que otra cerveza y muchos cigarrillos fumados, había entrado en ese trance de nuevo
estaba cayendo otra vez en ese espiral de pasiones y preguntas sin respuesta
una vez mas me estaba hundiendo tan pero tan profundamente que me estaba doliendo,
entonces me agarre los cojones tan fuertemente como pude
y aventé mi corazón a la mismísima mierda,
el muy puto me estaba causando mas problemas que el mismo miembro que me guinda entre las piernas,
y eso que dicen que ese suele ser el que a nosotros, los hombres, nos causa problemas,
he de ser menos animal
he de ser menos humano
he de ser menos yo
pero esto me ha permitido ser mas de lo que quiero,
luego del esfuerzo me sente y sude mas de lo debido y allí quede...
Mi boca entreabierta, mis ojos cerrados
y su lengua regresando por mi espalda;
conté siete tormentas esa noche.

Los fantasmas volvian,
una ultima vez,
nuestras piernas se enredaban,
y la muerte nos miraba
con sus pies descalzos;
la paz era su pecho,
ese averno fantasmal
y su pecho era una ciudad
llena de tumbas oscuras.

Esa noche los cadáveres desnudos cayeron del cielo.
Ella y yo hacíamos el amor
entre sudores
y contemplábamos la miseria del mundo
entre gemidos.
Buscamos puentes para entendernos
pero debajo de ellos
solo vivían promesas vacías.

Esa noche los cadáveres desnudos cayeron del cielo
y les dejaron pudrirse bajo el sol del verano
a 34 grados centígrado,
ella y yo guindamos corazones
en rejas fronterizas
de patrias extranjeras
como quien cuelga una bandera
después de una guerra
como quien se amarra una soga al cuello
y se deja caer.

Desperté aquella mañana menos atormentado
y ahora suelo dormir mucho mas tranquilo sin pensar en la desidia.

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