martes, 22 de julio de 2014

Asleep In The Deep.

Me sudaban las manos.
Nos miramos como si pudiéramos olvidar
todo lo que pasaba
tantos escombros,
tantas ruinas sin nombres,
tantos huesos rotos
pero queríamos creer,
todavía queríamos creer
que detrás de tanta ropa vacía,
de tantos armarios saqueados
no estábamos muertos.

Y sonreías con ojos aterrados y esa pollina horripilante,
los ojos llenos de ganas
y el pelo cayendo sobre tu cara y tu frente
y mientras me salvabas yo te iba salvando a ti
y como un disparo, dos cuerpos enredados
con la noticia de una oportunidad, se dieron cuenta que habían otra opciones y nuevas salidas.
Y en los hombros nuestro pasado
que no es nada  salvo todo aquello
que no hemos podido ser
nos preparaba para recordarnos
con la nostalgia que merecen
todos los que nos mantienen con vida un rato más.

Tal vez no termine...
-te dije-
todo termina.
-me dijiste tú a mi.
Y lo demás, es la historia que queda entre la ilusión estúpida y su realidad marchita.

No hay comentarios:

Publicar un comentario