domingo, 27 de julio de 2014

Chaos.

Me levante y la nariz me sangraba, después de tanto tiempo: Sigue pasando.
Anoche luego de una cena casi familia y entre amigos, logre luego de tanto tiempo dormir, no en la cama de nadie mas, con paz, no.
Logre dormir en paz en mi cama,
Sin cigarros,
Sin café,
Sin prejuicios, por fin logre estar en paz, con mi caos y mi destrucción, pero: Mio al fin, a pesar de lo desordenado que es, es mi caos, algo permisivo y sin ajustamientos, mio.
Después de todo el desorden que cause, luego de toda la rabia que tuve,
Finalmente hice lo que decía hacer, tome en mis manos un par de bolas y me las puse,
Al final solo quede un poco confundido, porque la verdad no sé si hice bien o mal a ciencia cierta,
Solo hice lo que creí correcto, alejarme, trata de ser mejor y quedarme callado, sin tomar cartas bajo ningún asunto que me inmiscuyera, al menos fuera muy necesario.
Pero tampoco puedo huir por siempre, no le puedo huir al amor,
Es imposible, sino, tarde o temprano terminare tropezándome con la soledad, y allí entonces sera muy tarde.

Y es que la verdad es que siempre he sido muy malo para marcharme, jamas he sabido despedirme de verdad, esto de las despedidas a mi me queda grande, una vez incluyo a alguien en mi vida, le quisiera para siempre, pero, en mi caos, últimamente siempre tengo que alejarme o decir adiós, como odio este sentimiento, y como odio escuchar que es por mi bien que debo alejarme,
Odio a todas las putas por andar vendiendo adoraciones falsas en todas sus casas y sus calles.
Odio las misas mal oídas... odio todas las misas.
Me odio, por no saber encontrar mi misión verdadera.
Por eso me odio...¿Y a ustedes les importa?

Si, odio todo esto, todo eso, todo.
Y lo odio porque lucho por conseguirlo, unas veces puedo vencer, otras no.
Por eso lo odio, porque lucho por su compañía.
Le odio porque odiar es querer y aprender a amar.
¿Me entienden?
Le odio, no he aprendido a amar, y necesito de eso.
Por eso, odio a todo el mundo, no dejo de odiar a nadie, a nada...
A nada
A nadie
Sin excepción! Solo logro sobrevivir así a mi dulce y maldito caos, a esta soledad perenne y fortuita, que unos días me hace sonreír y sentirme agradecido y en otros me hace un alma maldita.

Dicen que alguna vez, alguna vez tal vez,
Me iré sin quedarme, aprendere a despegarme y entonces el caos tendrá algo de orden y todo volverá a ser como lo era antes,
Me iré como quien se va de verdad, como quien nunca amo ni tuvo una amante.

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