martes, 22 de julio de 2014

Some Things Never Change.

Jamas se debe permitir que la opinión de los demás se convierta en tu propia realidad personal.
Jamas debes traicionarte de esa manera a ti mismo.

Fallarse a uno mismo seria, como dejar que violaran tus derechos quejándote, mientras esbozas una sonrisa,
Alguna mueca hipócrita de felicidad auto-producida, como la masturbación pero mas mórbida.
Ambos dos estaban conmigo cuando veníamos de ningún lado e íbamos a cualquiera.
Me gustan los juegos de palabras cuando no son ellos los que juegan conmigo.
No sé de muchas palabras que se puedan decir al derecho y al revés.
Pero si sé que roma se lee amor al revés.
Estoy aburrido de no llenar las expectativas de los lectores recurrentes de un espacio que se me pinta agotado cuando el fin de semana ni siquiera está cerca. Tengo la inspiración, lo que no tengo son las ganas. A los bloqueos me los paso por el forro del culo, eso es lo que hago.
Ambos dos estamos contigo, cada uno a su manera, ocupando su lugar,
Whatever.
En realidad desde hoy ya no importa porque ya empezó a quemarse el mundo y recupere la mirada, esa mirada de la que siempre se reían, el sádico hermoso y maldito que ama cada noche intensamente y odia tan solo por segundos y suele perdonar o solía perdonar,
10 días lejos de todo.
30 días lejos de aquí.
Las únicas palabras que se escriben son en mi piel.
Tengo memorias del futuro.
El pasado no existe.
Nada existe.
El sol se esconde en Caracas, pero, no acá, acá siempre sigo despierto, aquí sigo pendiente de todo lo que siempre he querido y voy a conseguirlo, así pierda el tiempo viendo televisión mientras que Arnold dice:
"I'll be back..."

Yo digo fumando un cigarrillo de nuevo:
"Fuck the world, algunas cosas nunca cambian y yo soy una de esas, seguiré haciendo desastres, porque me encanta ser desastroso y a ti te encanta que lo sea también"...

He vuelto malditos, he vuelto y ahora nada puede detenerme.

No hay comentarios:

Publicar un comentario