viernes, 26 de abril de 2019

Eternal.

No tientes al último casquillo de esta ruleta rusa, 
No nos vemos porque así quiso el destino ¿o el destino es un excusa?

Todas las noches, en secreto, revivo los temblores y maldigo los límites.
Lo hago consciente del abismo 
que abre cada blasfemia.
Porque sé que mis intentos de alejarme de ti 
sólo me mantienen más cerca.

Todas las noches, en secreto, caigo de rodillas.
Y cómo un clérigo del vicio fumo mis cigarrillos,
Mientras mis pecados hacen que sólo piense en ti.
Siempre en ti.

Allí entre la multitud sé que estás.
Y te odio porque estás.
Y te odio porque no estás y te has marchado.
Porque soy esclavo de tu incertidumbre.
Y tú de mi certeza...

Cuestión de tiempo,
de contar los minutos
de pensar constantemente en imposibles.
de soportar las tardes y esperar la noche,
que como ésta, como todas,
reúne lunas llenas y devoción a tener lo que no es mio,
y temblores y maldiciones
y esos pensamientos impuros que te escandalizan
y una vida de portarse mal
para que no olvides amarme bien.

Juego con el antifaz de una sonrisa artificial.
Por tu culpa soy profano, oscuro y obsceno.
Lo hago en venganza
por mantenerme tan lejos de ti.
por obligarme a compartirte con el resto.

Pero tú sigues cuidándome,
alejándome de tu perfección
escondiéndome el veneno.
Mientras
Vivo sin vivir en mí.

Y muero porque no muero del todo en ti. 

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