domingo, 26 de octubre de 2014

Destroy Me.


Wormhole by Benjamin Phillips.

El café de esta mañana esta agrio.
Áspero y carrasposo…Eso es raro, lo amo de costumbre.

Mi cara hoy esta un poco más sucia, menos limpia que ayer,
dejando ver que ya no soy tan joven como lo era antes,
que tengo menos fuerzas pero que he obtenido en cambio mas experiencia que tú, que él, que todos quizás…
Y duele.
Duele mucho caminar por esta empresa, este trabajo arduo, extenuante y demoledor…
El cual yo llamo: amarte.

Ver tu rostro.
Perder mis esperanzas, una vez más.
Después de aquellos días juntos, desde que gente tan nula vio como nos volvíamos especiales el uno para el otro, aquella noche mientras solo pensábamos, fumarnos el aire y tomarnos el sol; mientras las horas transcurrían en un juego, que cada vez se inmiscuía mas y mas en nuestras vidas para que sin darnos cuenta ahora ya no eran sino del otro,
ese mismo juego se volviera nuestra pasión, nuestro deporte favorito, nuestra historia de dos.
Esa en donde terceros sobraban y solo existía el amor, esa que en tu memoria siempre negaras; esa que dirás que son solo recuerdos, momentos muertos,
no lo niego, son solo imágenes que ocultas en el tiempo,
no tendrán vida propia,
pero tú les diste una,
conmigo junto a todas esas promesas rotas y caricias sin terminar; junto a la caja de recuerdos que en el cuarto de atrás tiraste con la única triste excusa que era ya tiempo de dejar de amar porque sino nos haríamos demasiado daño al final.

Aún de noche me encuentro preguntándome a mi mismo que ¿Para que final? 
Si apenas estábamos en el comienzo,
¿Para que fingir que no te importa un bledo?
Cuando en el fondo no puedes dormir con ello,
¿Para que? ¿Todo esto para que?
Para que al final veas mis ojos y resulten tan muertos como los tuyos.
Y sientas mi corazón y ya no siga latiendo tan bravamente como antes, porque te llevaste, mi vida, mi corazón, mi alma, mis principios y mis finales…

Todo para nada, porque ahora vivo bajo tú sombra en el pasado, clavado en  tú cuerpo, tratándome de convencerme que solo fue un poco de cariño y sexo,
guarradas en tu cuarto,
en tu sala
en tu baño
en todos lados,
pero solo eso, guarradas.

Ahora destrózame.
Y solo si quieres armarme de nuevo, porque ya sé que no vas a volver a amarme otra vez.

No hay comentarios:

Publicar un comentario