Kalopsia.

Nunca me he mentido a mí mismo de noche,
Mientras los ojos estén inyectados de color rosa y avellana, siempre me encantaran, si algo extraño es esa mirada tan profunda clavada en la mía, jugando siempre a decir adiós, nunca pendiente, siempre mas aquí que allá, tan lejos y tan cerca que podría haberme matado en un beso, algo como imitando la vida después de la muerte, un juego de sonrisas, unas caricias, su cuerpo sobre el mio, ambos mojándonos entre mordidas y saliva, yo tan cansado de trabajar, ella tan cansada de ser si misma, queriendo ser alguien mas sobre mi pecho, perdiendo su tiempo viendo si venia algún hermano, mientras yo solo la empalaba entre mi respiración entrecortada y sus labios carnosos y enrojecidos...

Entonces recuerdo la carne y el sometimiento,
El metal filoso rasguñandome la entrepierna,
Ese placer culposo (Que nunca le dije...) que me daba aquello, al que a ella tanto miedo le tenia, sin saber que eso era lo que quería y yo suplicaba en silencio por más, más, necesitaba más, verle como si quisiera matarle, que en realidad: Era lo que quería/quiero todavía, porque yo siempre he tenido un asesino entre mis recovecos, siempre tuve puesta mi mejor camiseta para matar cuando estuve con ella, siempre estuve desnudo de alma y corazón: Algo tan hermoso que la asesine miles de veces fingiendo que mis dedos eran cuchillos sin que ella lo supiera o quizás si lo sabia y guardaba silencio porque le disfrutaba mientras la traspasaba con mi mejor cuchillo como un tela blanca enchumbada de sangre, sexo, sudor y esperma.
Sobre su cara perfecta,
En sus manos,
En sus nalgas,
En sus caderas,
En su vientre virginal; La emoción se nos va con el hormigueo del vientre, con un orgasmo en el ombligo, con splashes de semen perdido durante los días y noches que ella siempre salia corriendo a limpiarse (Tan pulcra como mujer cristiana, como me encantaba...) sin saber lo que me encantaba verla y saberle, llena de mi.

Pero todo se va,
Se va con las mismas ganas que nos teníamos en vísperas del 07  de Marzo.
Como si le salieran patitas súper rápidas que usa para patearme en las bolas antes mostrarme el dedo del medio y fugarse para siempre, como si nunca hubieran existido y jamas hubiéramos tenido ese libido maldito que nos saciamos varias veces frente al espejo en los muebles de su sala...
Me meto a mercenario y no espero paga alguna
Para matarme a pajas y no bañarme más y jugar videojuegos
Para perderme la vida tocando una pantalla en la que pasan porno
Pero porno del bueno y todos los días
Matarse a pajas y a llanto un domingo por la noche, para cansarse y dormir sin que duela, para olvidarse del cigarro que últimamente me hace tanto daño y me batuquea la cabeza sin saber que el es el único vicio que mata el vicio que tenia por ella...
Para poder cerrar los ojos y no tenerla clavada allí tan cerca pero al mismo tiempo lejos para la mierda...

Para pararse el lunes sin la certeza de uno,
Ni del día que transcurre...
Para tener una razón más para odiar el comienzo de cada semana y el vació de su puta ausencia.