martes, 20 de mayo de 2014

Albatros.

Esta noche me perderé en los rincones de mi ser,
Voy a volar en lo abstracto de la profundidad de este infierno oscuro y tibio,
Me voy a explorar,
Voy a destruir y todo y volverlo a construir si es posible,
Voy a inundar todo y sin anclas lanzar un barco flotante sobre el puente que cree para existir en esta realidad,
Yo, hoy me castigo...
Aquí en este espacio, donde ya nadie me lee y nadie se interesa, aquí...
Donde las almas se comen a ellas mismas y se vuelven caníbales y yo simplemente me entrego,
A ser la piel y la carne, el cruel intento de un humano, que fracaso en un sueño mal vivido de un padre,
Y una madre también...

Una madre que llora en silencio,
Mientras yo me hundo en lo profundo de mi mismo,
Mientras en mi mismo me penetro con una daga que me deja hueco, perfecto para no flotar,
Y hundirme en el moribundo mar de lo estrecho y lo separado,
Donde ya no estoy tan solo si me reflejo mis veces en las negras y cristalizadas aguas de mis venas,
Porque yo, ya no tengo sangre, porque ahora, me he vuelto un insensible sin medida, porque ahora,
Ya no me duele nada,
Porque estoy mintiendo al decir que siento algo porque en verdad ya no siento ni la vida misma.
Porque morí hace mucho tiempo, cuando deje de ser yo mismo,
Cuando empece a cumplir sueños ajenos y deje de cumplir los míos,
¡Ah! De mi que he errado tanto tiempo pensando que estaba aun a salvo,
¡Ah! De mi que ahora caigo en cuenta que he naufragado sin mi inspiración que se ha escapado,
Vagabunda,
Irreemplazable,
Ahora, he aprendido tu nombre...

Porque esta tarde he escuchado la brisa,
Porque el sol me golpeo en la cara y quise sonreír una vez,
La esperanza, oh estúpida engreída,
Siempre dándome un día mas de vida,
Se donde estas...

Ando buscándote entre los recovecos de lo que ya he escrito,
Mientras un albatros me dijo tu nombre, y supe que estabas en el aire...

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