jueves, 15 de mayo de 2014

Fixation On The Darkness.

¿Porque escribes tanto últimamente Arturo?
No estoy escribiendo, estoy reciclando ideas, de hecho, estoy buscándole algo productivo al poco tiempo que me sobra entre las cosas que hago a diario casi meticulosamente, dándole algo de pasión de esa que alguien me dijo que tengo, al aburrimiento y desahogándome aquí, para que leas algo que creo, vale la pena leer...
Anoche a pesar de que fue una excelente noche, me levante amargado, a pesar que me levante con un mensaje de quien mas quiero leer un mensaje, al dormir y al despertar, una casualidad demasiada grande, pero, amanecí amargado, me arde un ojo, tengo ansiedad, quiero trabajar mas y aunque puedo, estaría explotándome y el cuerpo me pasaría factura, tarde o temprano, todo te pasa factura...
Pero, tuvo sus frutos el insomnio, antes que Morfeo llegase a llenarme los ojos de lagañas como a las 4AM imagine algo...
Y esta es la historia:

Esta es una historia corta sobre un chico que un día se asustó tanto que no quiso volver a levantarse de la cama.
No hay mucho que contar.
El chico estaba asustado y la cama estaba muy cómoda y levantarse para enfrentarse al mundo le pareció un grave error.
El punto es que se quedó allí durante días hasta que olía tan mal que todos sus amigos dejaron de visitarlo para evitar que el olor a porquería se les metiera por la nariz. Y él de alguna forma fue feliz todos los días que estuvo allí, que no fueron muchos, porque después de la segunda semana el chico estaba tan flaco y hediondo y hambriento que murió de un paro cardíaco.
Sin embargo esa no es la parte interesante de la historia.
La parte interesante fue lo que ocurrió después.
Porque cuando su chica vestida de negro y con delineador fue a visitarlo con una mascarilla puesta esperando sacarlo de allí se encontró con que su cuerpo había desaparecido.
¿A dónde coño se había ido el cuerpo de su chico? 
Pues esa es la pregunta que comenzó a hacerse todo el mundo que paulatinamente fue a recorrer el cuarto maloliente donde había tenido lugar el misterioso acontecimiento...
De repente ese cuarto ya no olía tan mal (tomando en cuenta que por fin alguien se había dado cuenta de que no iba a dejar de oler mal a menos que se abrieran las ventanas) y la gente comenzó a llevar cervezas frías y porros de marihuana y algunos más osados se aparecieron con bandejas que encima tenían gruesas líneas de cocaína y billetes de 100 bolívares (de los de antes, no se los de ahora, así todo era muy vintage...) y todos reían y escuchaban Skid Row a todo volumen y celebraban sus recuerdos con el chico, antes de que los amaneceres se hicieran tan pesados e intermitentes como una colonostopia.

Uno recordó la vez aquella en la que se robaron un carro que condujeron no más de dos cuadras completamente borrachos hasta chocarlo contra un poste y volverlo mierda, literalmente, aunque a ellos no les pasó absolutamente nada. En cuanto a las chicas, no estaban tan calladas como algunos chicos, y disfrutaron comentando como todas eventualmente, algunas más temprano que tarde, terminaron acostándose con él. A su chica, a la última y la definitiva, no le pareció apropiado tener que escuchar esto en un momento tan difícil para ella, como lo era el saber que el saco de huesos que le recitaba poemas al anochecer por Facebook o por teléfono ya no estaba allí. Sin embargo, se dio cuenta de que no podía evitar que todo esto pasara en sus narices, porque no habría razón para lamentarse realmente si al final donde quiera que su chico estuviera se encontraría mucho mejor y feliz y sonriente como un tiburón blanco, como en la fotografía que él extravió en el disco duro y ella siempre quiso tener, así: Sonriente.

Entonces ella, se retiró hasta apoyar su espalda contra la pared tapizada con afiches de My Chemical Romance, dibujos a mano, recortes de revistas, tetas y souvenirs de fiestas en las que fueron juntos y reproducciones baratas de películas malas que no sabia porque estaban allí y esas cosas que siempre atestiguaron los orgasmos que tuvo de vez en cuando durante ocho meses enteros, y comprendió por la felicidad de todo el mundo que su chico o bien seguía allí o que en realidad jamás lo había estado o que simplemente ella era la que no estaba allí y veía que lo había abandonado, algo como un paradigma infinito pero con una sonrisa bonita con brackets de color claro...

Esta es una historia corta sobre un chico que un día se asustó tanto que no quiso volver a levantarse de la cama, un chico que se vio rodeado de gente que celebraba feliz su muerte como él lo hubiese deseado, un chico que se dio cuenta de que no podía morirse si ya estaba muerto.

Uno de esos dramas góticos con los que torpemente sueñan aquellos que se ahorcaron con sus propias esperanzas al echar un vistazo en el futuro.
O algo así. Como cuando pierdes toda las esperanzas para conseguir lo que quieres,
Esta es la historia sobre otra noche de insomnio y aburrimiento,
Otra que tiene pedazos tuyos y míos clavados como un muñequito de vudú, otra que trata de emular las leyes de Murphy y atraer lo que mas quiero, sin desearlo,
Tus ojos,
Y esa fijanción por la oscuridad que tanto me fascina, que tanto me enloquece, que tanto me recuerda a tu sonrisa y a ti...

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