sábado, 3 de mayo de 2014

Supraposición.

Hace semanas que me morí literalmente hablando,
La resurrección vino con una sonrisa,
Lo supe luego: Todas las bocas se habían quedado dormidas.
Yo quería llorar mucho y lo intente pero no podía, no me salia ni con quemaduras de cigarro ni forzando la vista.
En el almuerzo no tenia ganas de comer, aunque esa vez no me comí ni la cuarta parte, no me comí nada, ni un poco de la comida.
Me doy cuenta del televisor esta en mute y siento el hambre y el cansancio y me doy cuenta que todavía escucho a la vida. No quiero comerme un cuarto de nada, ni un clítoris, ni unas tetas, ni escuchar blues, quería era llorar y morirme sentado contemplando la vida misma.

Estuve los últimos momentos de mi vida pinchándome heroína para sentirme como un maldito feto,
Flotando en aceite, en la intentona de revivir, y entonces la vi irse,
Recuerdo que se monto en la camioneta y ni siquiera dijo "adiós" o "chao",
Supongo o no quería despedirse o es muy mala en esos casos de las despedidas,
Se me dobló el alma y me inyecté otro poco,
Después mi brazo no sintió el tacto jamás y no pude flotar en aceite, ni mucho menos en la saliva de su boca perpetua que me había mordido meses antes.
Que me había mordido la vida y luego me había abandonado.
Que me había dejado suprapuesto, un termino muy mio que supone que estoy allí, pero, ya no existo mas sino, cuando ella quiere que exista y entonces me convirtió o me convertí por gusto propio en una mueca profana de sexo y sonrisas, un asaltador de cuerpos, un Adonis de las letras promiscuas,
Aquí estoy, sentado y sudado, tengo que salir de nuevo a un mundo que de por sí, ya me aburre y conozco,
Aquí estoy, queriendo pegarle en la cara al que me diga que todo es mentira,
Porque la única verdad que conozco,
Es que ya no le conozco para nada,
De nada,
Muchas gracias,
Hasta luego...
Buen provecho y hasta la vista.

No hay comentarios:

Publicar un comentario