domingo, 4 de mayo de 2014

Black Cat.

Habría que entenderlo entonces, por lo menos tú.
Saber luego que si no lo digo, no es que no lo padezca, porque padezco de algo enfermo en mi cabeza.
Y luego, luego de la sapiencia, creer en que sólo con estar ahí podríamos quemarnos en la lengua con el calor del Gato Negro y aprender a necesitar esas quemaduras...
O aprender a quemar las necesidades...Tú decidirás

Tendrás que aprender que luego del coito
Puede que la soledad nos secuestre
Y también entenderás que inmediatas pasen las tragedias
Aquel coito podría resolverlas...Pero eso y solo eso tú lo decidirás.

Podrías beberme como al Gato Negro
O quemarme como el Gato Negro quema a la lengua
Incrustarme el vicio en la carne y partirme los cristales entre la sangre y los músculos,
Pero también tendrías que perforarme con el vicio en los ojos.
Y sabré que al verte, no podré decir "basta"
Y sabré que tocándote menos hablaría en vano
Sabré que no podría sacar el vicio encajado y no tomarlo de tus labios
Y sabré que no podría encajarme el olvido por mas que quisiera porque tu ya lo tienes encajado.

En algún momento sabría alguna de ustedes dos
(Si el curso y el transcurso así lo quieren)
Que pueden pasar días sin palabra o tacto
Y no pueden culparme, tal vez la toque a ella y te hable a ti
Y morir en viceversa.

Cuando el sofá sostenga mis ojos y mis gritos
Mi franela negra y mis boxers en el suelo junto con los pantalones,
Sabrán que por 90 minutos no recibirán mi tacto
Y que mis palabras sólo serán para la voz sin cuerpo de más allá

Pero quizás en otros sucesos
El sofá se quedará con el sudor y las palabras
Y las miradas fortuitas de algo que puede o no pasar mañana.

Ya sabré, cuando el sol se cuele por el tejido de la cortina mínima de la sala,
Y cuando el cabello parezca un nido y se quede enredado en mis manos,
O cuando encuentre restos de ti en mi pantalón,
Si tú, o ella, sabrán como conocerme y tenerme.
Si tú o ella son el Gato Negro.

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