Songs After Dark.

¿Cuantas veces has querido simplemente gritar de rabia en la oscuridad?

No lo sé.
Pero he cantado muchas veces, he escuchado su voz de vez en vez tararear conmigo o hacer coros,
Mientras las melodías se pasan por mi cabeza y me pregunto ¿Que hago aquí?
No lo sé.
La vida no tiene sentido desde que empecé a caminar sin ella...
Las mañanas son un dolor de cabeza, de manos, de pies, de pecho,
Todo me duele, pero, el porque...
No lo sé.
Algunos dicen que es un duelo, otros que solo estoy cerrando ciclos, yo...
Quisiera tener simplemente mi punto de vista pero, no logro dar con el acometido de porque: Sigo aquí.
Entonces a veces quisiera ser como el aire, y dejarme llevar por lo que viene o va,
O ser tan vació como quiero serlo, pero, todo me importa demasiado, sobre todo, ella...
En días como hoy, no se que realmente hacer, estos días libres donde debería solo dormir y descansar, me matan, porque allí en mis sueños es que mas le encuentro, pero, ella ni nadie lo sabe y siempre  se preocupa a su manera por mi y me dice "Duerme...". Sin saber que aunque quiero, allí es donde mas me ilusiono sin un porque y donde mas veces me estrello; encontrar el vació en la oscuridad, ese vació que ha dejado su ausencia es increíble...
Y te deja abatido, allí como si una bala fría te hubiese traspasado el pecho a la mitad de la noche,
Y te preguntas buscando una maldita respuesta...
Como un ser en tan poco tiempo se mete tan dentro de tu piel,
Como Diablos, algo que no nació contigo, sino, años después, se vuelve tan imprescindible y no lo comprende,
Porque coño simplemente no lo comprende,
No lo sé...
Supongo que cada cabeza es un jodido planeta y que a mi solamente me gusta vivir de drama y coacción,
Como lo ha dicho quien me creía su mejor amigo y a quien también le he fallado,
Supongo que dentro de la belleza que he escuchado que tengo, sigo siendo, un hermoso error en la vida de quienes se topan conmigo,
Sigo siendo una canción en la oscuridad.
Allí, entonces prendes la luz de móvil, vez la hora, simplemente dudas un poco en escribir cualquier gafedad, tiritas del frió y solo quedan dos opciones:

O estas en la cama y fumas un cigarrillo al levantarte y luego finges demencia y duermes...
O simplemente recibes una palmada en el hombro de algún conocido y respondes:

“No te preocupes por los rechazos, compadre.
Llevo 25 cigarrillos esta noche
y cervezas ni te digo.
El teléfono sólo ha sonado una vez:
número equivocado.”

Rememorando a Bukowski, recordando que se es simplemente otra canción en la oscuridad, otra tonada de media noche.