Frente el jurado que me encuentro siempre resultare culpable, la verdad es que ya no les interesa la verdad,
Mientras yo aquí en la penumbra me estoy sulfurando con no se que,
Quizás recuerdos,
Quizás ganas,
Quizás algo de eso que tu me dabas y ya no esta,
No lo voy a pedir a gritos, porque sé, que a veces el silencio es más estridente que el peor de los sonidos,
Y que el tuyo, en específico, me dice más palabras que las que logra articular.
No hay luz allá a donde voy…
Ni movimiento alguno, todo se mueve tan lento que apenas respiramos,
Es un lugar donde solo el deseo, tú deseo puede salvarnos,
No hay luz ni tampoco esperanzas,
Solo las ganas inconmensurables de quitarnos la piel y arrancarnos los músculos y dejar que el alma salga volando,
Para ser libres otra vez,
Porque alguna vez lo fuimos,
Y no estábamos presos de este miedo eterno a no ser suficiente, a fallar, a un mañana incierto,
A todo eso que tememos todos los días,
Pero, yo, ya no puedo vivir aquí, no puedo vivir en el lado oscuro del miedo,
Estoy cansado de guiñarle el ojo a la muerte con el ojo que me sangra, ya no importa cuanto falta, voy a ir a por ti, ya no importa cuanto cueste voy a tomarte de una vez, ya no importa cuanto vaya a sufrir o a disfrutar, mi meta esta trazada, no me importa nada, solo quiero una cosa y no importa como, ni cuanto, pero, voy a obtenerla,
La derrota no esta en mi diccionario,
Perder jamás ha sido una opción,
Voy por lo que quiero y sin darme cuenta siempre he tenido algo que ahora estoy notando,
Jamás, me he rendido ante nada y esta vez no voy a darme por vencido,
Cuando el Diablo toque la puerta, no te asomes, ábrele, porque yo vengo con él,
Porque yo deje de vivir en el lado oscuro del miedo,
Y ahora te toca a ti también.
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